ENTREVISTAS

"Estamos reconquistando al público brasileño"

Paulo Morelli
director de A viva voz
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El director de cine brasileño, Paulo Morelli (San Pablo, 1956) presenta hoy en cocurso en la XVIII edición del Festival del Cinema Latinoamericano A viva voz, una comedia de enredos amorosos y como trasfondo un secuestro y un intento de asesinato. "Es una comedia alrededor de una conversación telefónica al móvil. El protagonista decide separarse de su amante y durante la despedida, su esposa escucha la conversación", comenta el director.
Morelli, descendiente de imigrantes italianos ha querido reflexionar sobre la influencia de las nuevas tecnologías en la vida cotidiana y de cómo ésta, en ciertas ocasiones, en vez de revolver problemas, puede más bien complicarlos. A viva voz, realizada con un presupuesto de un $1 millón, recibió el premio a la mejor película internacional en el Festival de Cine Independiente de Nueva York de este año.

¿Cuáles son los referentes con la realidad que plantea A viva voz?
El filme plantea cómo el teléfono móvil, Internet, las vídeo cámaras de seguridad interrumpen nuestra privacidad.

¿Es un planteamiento sobre las dos caras de la tecnología?
La tecnología nos ayuda a vivir mejor y por otro lado, controla nuestras vidas. Por esto, he querido plantear el tema como un juego y empleando el humor. No planteo un crítica contundente, sino más bien una consencuencia del avance tecnológico. Por un lado, ganamos cosas buenas, pero también perdemos otras. He querido aprovechar la oportunidad para hacer humor sobre un tema contemporáneo, pues en cinco o diez años la tecnología será vieja.

En general, las películas brasileñas tienden a ser serias. ¿Existe la comedia en el cine?
Hay una tendencia a producir filmes serios en Brasil, un país muy alegre, con gente divertida y relajada. En los años 50 y 60 se hacía mucha comedia, incluso se trataban temas sexuales. Posteriormente, a finales de los 60 y en los 70, se pone de moda la corriente del cinema nuovo y se deja de producir comedia. La comedia gusta mucho y por esto he querido usar este género.

¿Esa tendencia de hacer películas brasileñas tristes, tiene relación con la situación política de su país?
Durante la dictadura de (1964 a 1984) la tendencia era hablar de cosas serias. Con la llegada de la democracia tenemos más libertadad creativa, a pesar de la crisis.

¿Cómo ha cambiado la tecnología a los brasileños?
Existen 20 o 30 millones de personas que portan el teléfono móvil. En las favelas hay televisión y otros aparatos tecnológicos. Pero a fin de cuentas, la tecnología no cambia la gente.

¿Cuál es la situación del cine actual en Brasil ?
Vive un buen momento y está creciendo. El 20% de las películas que se han producilo en 2003 irán a las salas de cine. Estamos reconquistando al público brasileño. Se están produciendo filmes menos intelectualizados y más accesibles al público.

¿Cuál ha sido la función del Estado?
Existe una ley de incentivo a la cultura que permite a las empresas invertir en cine, así, éstas son exoneradas del pago de impuestos.

¿Piensa seguir produciendo comedias?
Quiero trabajar otros géneros. He hecho dos largometrajes: El precio de la paz y A Viva voz, el primero es un drama histórico y el segundo, una comedia. Mi próximo proyecto será un drama urbano y trata sobre cómo los medios de comunicación pueden condenar a una persona. Me gusta la diversidad de caminos que ofrece el cine.

¿Cómo valora el nivel del cine latinoamericano?
México, Argentina y también Brasil están marcando la pauta. Me gusta mucho lo que están haciendo los mexicanos y los argentinos.

¿Qué opinión tiene de los cineastas mexicanos que se han pasado a trabajar en Hollywood ?
Debe ser una buena casa, pero se corre el riego de perder las propias raíces. Vamos a ver, con el tiempo si pueden conservar sus propias raíces. Es díficil no perder la personalidad dentro la gran maquinaria de Hollywood, pero al mismo tiempo es una tentación. Espero que hagan buenos filmes.

¿Qué esperanza tiene del gobierno de Lula?
Mucha esperanza, pero al mismo tiempo tiene un perfil autoritario. Hay que ver con el tiempo que sucede.

¿Usted tiene una imagen optimista de Hollywood?
Creo que saben hacer las cosas que el público quiere. Existe cierta sabiduría y no son estúpidos, pero los latinos, como los europeos no queremos hacer cine de aventura.

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