ENTREVISTAS

"El cine puede ayudarnos a comprendernos mejor"

Fernando Cámara Sánchez
productor de El misterio del Trinidad
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México se ha hecho sentir en la XVIII edición del Festival Internacional del Cinema de Trieste con la película El Misterio de la Trinidad. Se trata de la historia de un joven, el cual, tras la muerte de su padre decide seguir sus pasos y se da la tarea de buscar en el fondo del Golfo de México el galeón español, Santísima Trinidad, que naufragó en el siglo XVII.
El Misterio de la Trinidad se ha presentado en concurso el pasado miércoles y con ella ha venido el productor Fernando Cámara Sánchez, quien en esta entrevista ha platicado sobre la situación del cine mexicano contemporáneo. El filme representará a México en la próxima edición de los premios Goya del cine español y tras la presentación en Trieste fue estrenada en México y luego recorrerá las salas de América Latina.

¿Ha dicho que esta película es muy importante para el cine de autor mexicano?
Esta película es una luz de esperanza para el cine de autor mexicano, para el cine de calidad, que es nuestro interés. En México prácticamente no hay producción debido a la nula existencia de fondos por parte del Estado. Talvez, como ocurre con los muertos, éste sea el último suspiro, o a lo mejor es un síntoma del renacer del cine mexicano.

¿La película se realizó en dos años?
La hicimos con la ayuda de España, coproductores de Puerto Rico, adelantos de la distribuidora, fondos públicos variados y el sacrificio del equipo de trabajo que durante dos años no pudo cobrar su salario.

¿Qué signfica la presencia mexicana en Trieste para el cine de su país?
Nuestra presencia es para reclamar la nacionalidad lationamericana, porque aquí no cuentan los conceptos geográficos. Al final, todos somos latinoamericanos.

¿La crisis del cine mexicano está asociada a la influencia tan fuerte que tiene Hollywood en México?
La competencia con Hollywood es desleal, debido a la forma en que se reparten las ganancias: el 60% es para el exibidor, el cual no arriesga nada, un 25% es para el distribuidor y un 15% para el productor, que es quien paga la publicidad y las copias. Y si una película no vende, pues no se recupera nada de lo invertido. Esto ha hecho de México un país peligroso para la producción. Es por ello, que El Misterio de la Trinidad es una luz alternativa para que el cine mexicano vuelva a producir. Sin embargo, necesitamos apoyo del Estado y que éste reconozca el cine como una parte fundamental de la actividad cultural del país, pues éste puede ser un referente para el mundo.

¿Las cosas con el PRI eran mejor?
Al menos sabían gobernar. El nuevo gobierno no sabe administrar, ni siquiera sabe recaudar impuestos. El gobierno de Fox va mal. En México no hay trabajo y la mayoría de los ciudadanos la están pasando muy mal.

¿Es usted partidario del PRI?
No, para nada. Le he dado mi voto al gobierno del presidente Fox.

Dadas las condiciones sociales y económicas de su país, ¿Cómo se vive la aventura de hacer cine?
Pues cuesta arriba desde que amanece, a las siete de la mañana. Producir películas es un acto de desperación, pero es algo que debemos hacer.

¿Ha pensado alguna vez en dejar el cine y dedicarse a otra cosa?
No. Creo en el cine y si los mexicanos nos entendemos vamos a ser un mejor país. Si me divierto o sufro, si sueño con los sueños de otros mexicanos nos vamos a comprender mejor.

¿Cuántas películas se producen al año en México?
Hasta 1992 se producían 100 películas al año, pero en el mismo período fueron privatizadas 3.000 salas cinematrográficas. Como consecuencia, el cine mexicano ha perdido espacio y la producción se redujo sustancialmente: en 1998, se produjeron tres películas y hoy, se hacen no más de 10 al año. México es un país con 100 millones de habitantes, de los cuales 93 millones no tienen dinero para pagar los $4 del billete o no tienen salas cercanas. El cine, entonces se orienta a 8 millones de personsas de la clase alta que adoran comedias insulsas de Hollywood. Entonces, algunas películas mexicanas tienden a copiarlas, pero no tienen nada que ver con el cine mexicano ni con el cine de autor. Ante tal panorama, la Asociación Mexicana de Productores Independientes de Cine ha propuesto al gobierno diferentes mecanismos para incentivar la producción, pero no hay apoyo de las distribuidoras.

Hace 20 años los directores conocidos se quedaban en México, ¿Por qué, una nueva generación de cineastas talentosos deciden producir en Hollywood?
Alejandro González I. (Amores Perros) estaba listo para irse a Estados Unidos, Alfonso Cuarrón (Y tu mamá también) quiso irse. En cambio Ripstein ha decidio permanecer en México. Hace 20 años, los jóvenes cineastas pensaban que debían quedarse en México y trabajar para desarrollar la industria cinematrográfica mexicana. Hoy, optan por irse a Estados Unidos con condiciones de producción más tranquilas, porque en México existe siempre el riesgo no terminar el filme por falta de recursos.

¿Cuál es el camino a seguir?
Es importante que se hagan buenas películas, sobre todo los que se quedan en México.

¿En qué medida ha perjudicado al cine el tratado de libre comercio entre México y Estados Unidos?
El Tratado de Libre Comercio de Estados (1993) perjudicó al cine y la cultura. Antes de la firma del acuerdo, los productores y otros representantes de la industria del libro, le suplicamos al gobierno que nos eximiera de los lineamientos del tratado, pues ha facilitado un mayor ingreso de la cultura estadounidense en Mèxico. Ha sido desastre para la cultura mexicana. Por otro parte, tras los atentados terroristas del 11 de setiembre, los estadounidenses se han vuelto paraónicos con los extranjeros y a lo largo de los 3.200 kms de la frontera entre ambos países, había una gran riqueza comercial y cultural que se rompió.

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